viernes, noviembre 03, 2006


UN SUEÑO
Ayer tuve un sueño,
Fue un sueño profundo
Lleno de sentimientos
Sensaciones inexplicables, sensaciones eternas.
Sentí que estabas a mi lado,
Que me abrazabas y me apoyabas en tu regazo.
Sentía los latidos de tu corazón cerca de mí, de mi pecho.
Todo parecía tan real, tan sublime, tan mágico…
No despertar era mi deseo.
Comenzaste a besarme,
Y un rubor se encendió en mi rostro.
Mi corazón se agitó sin más,
Y un escalofrío recorrió mi cuerpo,
Tan sereno y tan cálido a la vez.
La serenidad se volvió deseo,
Y al sentir mi deseo, me apretaste fuerte.
Y al sentir tu cuerpo tan cercano,
Mis ojos lacrimosos, se clavaron en tu mirada ardiente.
Mis labios temblorosos, se fundieron con los tuyos.
Y un infinito y húmedo beso desató un momento de pasión lasciva.
Cuantas imágenes en mi mente aun niña,
Cuanto amor contenido esperando a salir de mi boca, de mi alma, de mí pecho…
Mi piel, Se fundió con tu piel salada, con olor a mar en calma,
Suave como la suave seda.
Y un sinfín de dulces besos, recorrió cada recoveco de mi cuerpo,
Mientras cóncava, sucumbía a tus deseos.
Tus deseos que son los míos, tus deseos, tan deseados por mi…
Tus manos cual ramo de aterciopeladas flores silvestres,
Recorrían cada parte de mí, y yo, temblorosa, buscaba tu boca.
Tu boca tan dulce, tus besos tan sinceros…
Y mi cuerpo que se rinde, que se deshace cual glaciar en primavera,
Es todo tuyo, solo tuyo…
Y mis dedos fueron cayendo rendidos, como hojas de margarita.
Solo a ti te sentía, sólos tu cuerpo y el mío…
Un beso, una caricia, una pasión desatada, enredada entre sábanas de raso,
Que culminó en un terso y a la vez sudoroso abrazo…
Un “Te Quiero”, y una dulce y cómplice mirada…
No me dejes mi amor, no te vayas…
Quédate conmigo, aquí a mi lado, no quiero despertar…
Y un subsueño comenzó entre tus brazos, con la respiración aun agitada…
Mas cuando mi cuerpo quiso acomodarse, ya no estaban tus manos en mi vientre,
¿Donde estás? ¿Donde te has ido? Mi mano no alcanza a tocarte…
Y no estás en nuestro lecho, mi cama está vacía,
Y entonces me aferro fuerte a mi almohada,
y de mis ojos brotan amargas lágrimas.
Sentí que estabas a mi lado, pero sólo lo sentí…
Solo lo soñé, y desperté.
Ahora tan solo me queda el recuerdo de un lindo sueño del que no quería despertar.
Ahora tan solo me queda, esperar tu regreso y que este sueño, no sea mas que un sueño…
Solo un sueño…

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Lourdes Alcober dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.